“Te
he visto en Youtube” …. este es un riesgo que todos asumimos. Actualmente
cualquier experiencia tiene una muestra en este espacio y el uso de sus canales
es un buen recurso a nivel personal o profesional. Son muchas las críticas que se han hecho de
este medio y de los audiovisuales en general, basándose en las consecuencias
negativas que se han constatado entre sus seguidores. Hemos oído y leído sobre los
comportamientos agresivos de niños y adolescentes partir de la observación de imágenes agresivas y violentas.
Sin embargo, la observación en sí misma no es más que una forma de aprendizaje.
Desde niños aprendemos mediante la observación de otras
personas. La observación de los otros y la imitación de las conductas que
observamos, es fuente de aprendizaje y este proceso se denomina aprendizaje vicario, aprendizaje por
modelado o aprendizaje social.
Bandura desarrolló en 1969 esta propuesta de aprendizaje
dentro de su modelo de la Teoría Social Cognitiva. Ante los postulados del aprendizaje por ensayo y error,
o los defendidos por el condicionamiento clásico y operante, Bandura defiende
este aprendizaje social a partir de la imitación de los demás. La interacción
de la persona con su ambiente es determinante para comprender su comportamiento
y la observación de los demás es una fuente de aprendizaje muy eficaz. Al
contrario que las otras propuestas conductistas sobre aprendizaje, el
aprendizaje social está basado en una situación de interacción en la que participan,
al menos, dos personas: el denominado modelo
que ejecuta una conducta determinada y el observador. En esta situación, el que aprende (observador), no
recibe ninguna recompensa o castigo por la ejecución de la conducta, pero
observa las consecuencias ocurridas al modelo observado. Así, la adquisición
del aprendizaje y la ejecución de lo aprendido, son dos procesos diferentes y
el segundo depende de la observación de las consecuencias en el modelo
observado. Cuando observamos que un compañero obtiene consecuencias positivas
derivadas de la ejecución de cierta conducta, es más probable que imitemos su
comportamiento para obtener similares consecuencias. Al contrario, no
actuaremos como aquel que obtiene consecuencias negativas.
Sin embargo,
sabemos que la mera observación no es garantía de aprendizaje ni, por supuesto,
de éxito en la ejecución de la conducta. Sería muy arriesgado imitar al
acróbata en el alambre, por mas que obtenga aplausos de sus espectadores,
cuando no estamos seguros de nuestras competencias circenses. Somos conscientes
de que para realizar ciertas acciones se precisan determinadas habilidades y
conocimientos. De manera que la imitación responde al procesamiento de la
información por parte del observador. Aquí es donde intervienen procesos cognitivos
personales. La atención del observador al modelo observado, la retención y
memoria de las imágenes, el significado otorgado a las mismas, etc. afectan al
proceso de aprendizaje. Además factores sociales, como el estatus o competencia
atribuida al modelo, o el grado de identificación entre modelo y observador,
son otras variables a considerar. Cuando observamos a un compañero nuestro, al
que consideramos con similares competencias a las nuestras, realizando con
éxito una tarea, es probable que nos sintamos capaces de llevarla a cabo con el
mismo nivel de eficacia que él. Así, cuando nos sentimos identificados con el
modelo, es más probable que su éxito tenga efecto sobre nuestro comportamiento:
“si esa persona es capaz de realizar tales hazañas… yo también lo puedo
hacerlas”.
Este es el
fundamento que subyace al éxito de muchísimas campañas audiovisuales con
efectos muy beneficiosos. Canales como Youtube y otros similares, están
teniendo muchísima repercusión por su alcance masivo. Además, el idioma no es
un elemento imprescindible en el proceso de aprendizaje por modelado. Las
imágenes son universales y su efecto traspasa fronteras idiomáticas. En este
sentido un área sobre la que se está trabajando muchísimo es la diversidad
funcional. Un paseo por Youtube en los canales de discapacitados, minusválidos,
capacidades diferentes, disminuidos…. y todos los adjetivos negativos que se
nos ocurran, darán lugar a un torrente de videos sobre experiencias de esfuerzo
y superación llevadas a cabo por personas increíbles. Personas que viven su
diversidad de una manera positiva y que lejos de lamentarse y hundirse, la
integran en su vida como algo propio. Estas experiencias son modelo de
aprendizaje de otros que, en similares condiciones, pueden percibirse con las
mismas posibilidades de llegar a conseguirlo.
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